martes, 22 de marzo de 2016

Heraldos de la luz - Victor Conde


  • Título: Heraldos de la luz
  • Autor: Victor Conde
  • Saga: 1/3
  • Editorial: Hidra
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Año: 2010
  • Páginas: 352
  • Precio: 17€
Mientras la batalla entre el Cielo y el Infierno llega a su punto culminante, tres jóvenes elegidos viven sin ser conscientes de su auténtico destino. Tanya compite en un concurso de talentos para demostrar que tras su look de “Lolita” hay un cociente intelectual muy superior a la media. Erik actúa como doble en las escenas más arriesgadas de una película de acción. Y Mauro subsiste como un scene inadaptado.
Una misteriosa joven llegará para advertirles de que corren peligro, y pronto Tanya, Erik y Mauro serán testigos de cómo el choque de Luz y Oscuridad comienza a cobrarse víctimas de una forma terrible. ¿Qué podrán hacer ellos frente a esta espiral de violencia eterna? 



Heraldos de la luz es uno de esos libros que me enganchó al mundo lector. Es bastante antiguo y hace años que lo leí, peroaún lo recuerdo como si me lo acabara de leer. Es uno de esos libros que me abrió la mente y me llevó a amar la lectura… Lo he desempolvado de mi estantería de mis libros favoritos para hacer esta reseña porque estoy como loca por encontrar el tercer libro, ya que me he leído los dos primeros pero el último no lo encuentro por ninguna parte.
Recuerdo el día que lo elegí en la tienda. Lo elegí básicamente por el mismo motivo por el cual elijo casi todos los libros, su portada. Yo vi un ángel y me volví loca. Desde siempre he tenido una gran curiosidad por el mundo de la angeología, es algo que me apasiona.
Heraldos de la luz empieza presentándonos a Tanya, una adolescente superdotada que destaca allá donde va por su look de Lolita (que para quién no sepa que es, ser “Lolita” es pertenecer a una subcultura o grupo urbano que se caracterizan por llevar ropa propia de la época Victoriana o del Rococó etc. Esta “moda” o tendencia es destacada sobretodo en Japón) y lleva una vida totalmente normal junto a su novio y sus padres que la apoyan muchísimo, soporta a su coordinador que no respeta su manera de vestir… Pero todo eso cambia cuando es atacada por varios demonios que intentan atraparla. Por suerte, Séfora, el ángel que tiene la misión de reunir a los elegidos, y Nínive, un espíritu atrapado en un espejo que guía a la primera, la salvarán. Por otro lado, Séfora, junto a Tanya que se une a ellas, irá encontrando a los demás elegidos, como es Erik, un joven cuya profesión y pasión es ser especialista de cine, bueno, y las chicas. El tercer elegido es Mauro, un scene que se niega a salir de su dolor y amargura. (Hay muchos tipos de scene, que es una subcultura o tribu urbana como las “Lolita”, pero podemos decir que Mauro, por la portada del segundo libro, es un “scene emo”, es decir, una persona que viste con estilo “emo” pero no se caracteriza por escuchar el género musical emo)
Séfora deberá protegerlos de los demonios que los quieren secuestrar puesto que solo ellos podrán salvar la batalla que se está disputando entre el Cielo y el Infierno.
La historia me parece algo típica pero no por ello mala, sino todo lo contrario ¡me encanta! El autor sabe cómo unir elementos, tanto ficticios como “reales” de la mitología cristiana e introduce levemente la jerarquía angelical en este primer libro, que se irá desarrollando en profundidad en el segundo. Es una novela que se lee sola, te la bebes.
Los personajes es otro elemento que me llama mucho la atención y me encanta (como siempre), puesto que ninguno parece el prototipo de ángel. Tanya es un poco rebelde, es tozuda y valiente pero tiene su lado tierno y protector. Erik es bastante prepotente, chulo, despreocupado, vacilón, ligón… El típico, vamos.
Y Mauro, sinceramente, deprime mucho, pero mucho. Parece que no tenga vida o que no la quiera tener (que en eso consiste). No puede vivir sin su novia y es algo raro en el sentido que sabe que Séfora vendría a buscarlo porque soñó con ella y, además, tiene alas, por lo que ni es humano ni es ángel del todo, es algo que me sorprendió. Este personaje lo recuerdo como… lento, y es muy llorica en el primer libro, pero cambiará. Por otro lado, está claro que el aspecto de Tanya y Mauro no son propios de un ángel, más bien lo contrario.
Otra cosa que me gustó mucho fue las capacidades, por así llamarlo, que otorgaba Nínive, el espejo, como por ejemplo el hecho de otorgarles la capacidad de hablar todas las lenguas a los elegidos o la posibilidad de volver a ver reflejados sus recuerdos ya olvidados en una pompa de jabón. Crean la esencia mágica del libro dentro del mundo de la mitología cristiana.

Lo único que recuerdo que no me encantó fue que quizás algunas escenas suceden demasiado rápidas y parece que tanto al lector, como a los propios personajes, no les da tiempo a asimilar. Por último, decir que a veces me perdía entre tanto caos de demonios, con esos nombres tan largos e impronunciables. Pero por lo demás, totalmente recomendable, sobre todo si te gusta la angelología o los ángeles como personajes en un libro.